“Se trata de una de las heladerías con producción artesanal más concurridas del centro de la ciudad, fundada por Miquel Solivellas, cuenta con un centenar de sabores diferentes. La calidad de estos productos ha hecho que se convertiera en una de las heladerías de referencia de la ciudad”
Desde 1979.
Heladería con una reconocida producción artesanal y galardonada. Desde el principio, aportó su propio sello, innovadora y a la vanguardia en sabores y texturas. En 1979, Miquel Solivellas Vallori funda el negocio en la avenida de Jaume III. Trabajaba en el Banco de España en Barcelona y cuando conoció a su mujer y cuñada – pasteleras – cambió de profesión y aprendió el oficio de manera autodidacta haciendo helados a base de fruta, agua y azúcar.
En 2011, abre un local nuevo en la Carrer Montcades (en el interior hay un arco con forma gótica, con piedra de marés al descubierto) y en 2015 cierra la de Jaume III. Toman el relevo María Teresa Solivellas (hija de Miquel) y Marian Valero (nieta). La irrupción de la heladería supuso toda una revolución en el mundo del helado.