“Establecimiento que provee el barrio de Santa Catalina, tanto a residentes como a visitantes, elaborando productos según recetas tradicionales. Como elementos populares se dice que adoptó el nombre refiriéndose al perro ovejero de la antigua posesión y también es conocida la anécdota de los llonguets brillantes a causa de la humedad.”
Desde 1912. Quarta generación.
Fue en 1912 cuando la familia Amengual Vich, al regresar de Argentina, inició la actividad en el establecimiento tal como la entendemos ahora, debido a que cuando se adquirió el local estaba en muy mal estado. Se piensa que anteriormente funcionaba como horno desde 1843, pero no se ha podido contrastar documentalmente.
En 1983 se incorpora José Jorge Amengual Barroso, quien sustituye a su padre al frente del negocio por motivo de jubilación. Hoy en día, encontramos Àngels Amengual, cuarta generación familiar.